jueves, 27 de septiembre de 2012

La educación prohibida (II)

Por Lucía Zuloaga (@luzuloaga)

Hace unas semanas presentamos "La educación prohibida", eso me ha dado para reflexionar acerca de la educación que vivimos.


En el documental se presentan muy diferentes alternativas de educación, no comulgo con todas ellas, pero sí comparto le necesidad de criar con amor y respeto.


Ya publiqué en este blog el post "educar es acompañar" haciendo una reflexión de por qué los adultos creemos conocer lo que tienen que saber los niños, cuando en realidad nuestra función, en mi opinión, es acompañarlos en el proceso de aprendizaje; ofrecerle herramientas, estimular sus destrezas o incentivarle a investigar.

"Todo el mundo habla de paz pero nadie educa para la paz, 
sino que se educa para la competencia" LEP

Soy de la opinión de que la escuela es importante. Respeto a aquellas personas que prefieren educar a sus hijos en casa, y desde luego creo que debe ser así mientras nuestros hijos sean bebés, pero debe ser por la cantidad de recuerdos felices que tengo del colegio o por el hecho de ser hija de una maestra, pero no concibo una infancia sin escuela, lo veo algo positivo. Yo le pedí a mis padres empezar antes la guardería y era de las que, en mi más tierna infancia, entraba corriendo llamando a mis profes a gritos.


"Pasamos los primeros dos años de vida ensenñándoles a hablar y caminar 
y el resto de sus vidas diciéndoles que se callen y se sienten" LEP


Claro que el problema no son las aulas, es la forma de educar, por eso no creo en la metodología escuela tradicional. Ahora las escuelas parecen estar adaptadas a los adultos, el niño se "aparca" desde las 8h hasta las 16h y como aún sus padres no han acabado la jornada laboral pues unas clases extraescolares. Los padres cada vez se sienten menos responsables de la educación de sus hijos, todo el peso recae sobre los profesores, que cuentan con una treintena de alumnos en sus clases, a los que tiene que mantener sentados durante horas y donde es muy difícil que la atención personalizada tenga lugar.




Si bien es cierto que mi espíritu nómada a veces choca con la idea del colegio. ¿Necesitan los niños aprender todo lo que está en los libros de texto? Quizás aprendan mucho más viajando y conociendo otras culturas ¿o no?

Es muy difícil establecer los conocimientos que debemos adquirir en la escuela. Es exagerada la cantidad de información que debemos asimilar durante la enseñanza obligatoria y sin embargo ocurre que tras pasar 15 años en la escuela vemos que la cultura general deja mucho que desear. Aquí hay algo que falla... 

Y quien quiere una educación holística, que respete los procesos de los niños o trabaje la inteligencia emocional, debe acudir a escuelas privadas (con el desembolso que conlleva) ya que ninguna institución pública se atreve a replantear el sistema educativo, dejando estancada la educación.

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